Ahí es donde entra en juego USM Haller

Viena, diciembre 2020

La vida me ha llevado a muchos lugares. Nací en Alemania, mi adolescencia transcurrió en la soleada California y terminé mis estudios en Zell am See, una pequeña localidad situada en los Alpes austriacos. Tras realizar el bachillerato me mudé a Viena porque quería graduarme en Comunicación y Relaciones Públicas. Esa fue la época en que creé mi blog Bikinis & Passports, en 2010.


No podía imaginarme que un día se convertiría en mi trabajo a tiempo completo como creadora de contenidos (@vickyheiler) y que me llevaría a crear mi propia marca de prendas de baño y playa (@viktorialouise.official).


2020 fue un año de cambios. Estaba acostumbrada a viajar en avión cada semana, siempre en movimiento, pasando más de 100 noches al año en hoteles, pero este año me ha permitido pasar más tiempo en casa que nunca.


Siempre he sido una gran amante del interiorismo, y pasar tanto tiempo lejos de casa ha hecho que me importe aún más tener un lugar al que realmente me guste volver. Para recargar las pilas.


En el pasado, la falta de tiempo era una de las principales razones por las que algunos proyectos simplemente quedaban sin terminar, como por ejemplo nuestro recibidor, lleno de zapatos dispuestos sin ningún orden en un rincón.


En teoría hay mucho sitio, multitud de opciones posibles y no falta espacio de almacenamiento. El reto es más bien otro: el recibidor enlaza la puerta principal y aseo de invitados con nuestro dormitorio. Siendo como soy, una gran apasionada de la moda (y el calzado) , la entrada estaba siempre atiborrada de zapatos. Encontrar una estantería atractiva donde guardar calzado y reservar espacio para enseres del dormitorio, tales como toallas o ropa de cama, se me antojaba una misión (casi) imposible. Sin mencionar que hace unos años decidimos prescindir de objetos que respondieran a caprichos o modas pasajeras y centrarnos en elementos intemporales que pudieran permanecer más tiempo con nosotros.


Ahí es donde entra en juego USM Haller.

Gracias a las opciones personalizables para cualquier espacio, los sistemas modulares de almacenamiento son la solución perfecta a nuestras necesidades. Elegantes e intemporales, pero muy prácticos y con suficiente espacio.


Pasé horas en el configurador en línea, puliendo hasta el último detalle de nuestro sideboard USM Haller. Las opciones y posibilidades son inagotables y finalmente logramos combinar un bonita estantería para zapatos con un lugar donde guardar la ropa de cama y las toallas a mano, cerca del dormitorio. Como para mí era realmente importante mantenerlos separados (al menos desde una perspectiva psicológica), opté por los espacios abiertos entre compartimientos para zapatos y estantes con ropa de cama. De esta manera daba un toque decorativo al aparador, por lo demás de un blanco sobrio.


Para mí, vivir bien pasa por conciliar las necesidades personales con la estética. Poseer cosas bonitas que no tienen una función o propósito es desaprovechar el espacio. Lo mismo ocurre con los muebles solo funcionales que no satisfacen mis exigencias estéticas.


Estoy convencida de que nuestro sideboard USM Haller formará siempre parte de nuestro hogar. Puede que con los años cambiemos algunas cosas. Es posible que lo ampliemos o lo convirtamos en dos muebles separados, pero siempre lo conservaremos en casa, gracias a las posibilidades y oportunidades ilimitadas que ofrece el mobiliario modular USM Haller.