Samantha Hauvette y Lucas Madani, arquitectos y diseñadores de interiores

Nos reunimos con Samantha Hauvette y Lucas Madani, interioristas y fundadores de la agencia del mismo nombre. Desde que se conocieran en los bancos de la Escuela Camondo, trabajan juntos en sus proyectos y se encargan de una serie de proyectos de alta gama tanto en Francia como en el extranjero. Les entrevistamos en casa de Samantha, un apartamento dúplex de estilo elegante y refinado, teñido de un modernismo pulido que se ha convertido en la marca de la casa.

Para comenzar, ¿podría presentarse?

Somos Samantha Hauvette y Lucas Madani. Nos conocimos en los bancos de la Escuela Camondo y creamos nuestro negocio de arquitectura y diseño de interiores hace ahora 10 años.

¿Estáis especializan más bien en proyectos de viviendas?

A decir verdad, desde nuestros inicios, el sector residencial ha sido la punta de lanza de nuestra actividad, con algunos proyectos de tiendas. Pero en los últimos años nos hemos diversificado con oportunidades en hoteles y oficinas. El año pasado entregamos un proyecto de hostelería para el grupo Orso, que posee seis hoteles en París. Es interesante poder trasladar nuestra experiencia en el sector residencial y nuestra atención por el detalle a ámbitos más públicos. Creo que nuestros clientes nos eligen por nuestra capacidad de combinar estilos y habilidades que requieren un alto grado de cuidado del detalle.


Acabamos de terminar 4.000 m2 de oficinas al pie de los Campos Elíseos. En este caso también resultó interesante aplicar los códigos de un hotel/apartamento al sector servicios. Pensamos que el cliente quedó satisfecho y, en general, nos agrada la idea de reproducir un hábitat en otros entornos.

¿Cómo trabajan en tándem? ¿Tiene cada uno sus propias funciones?

¡Digamos que todo lo creamos a cuatro manos y dos mentes! Intentamos cuestionar nuestros planteamientos de manera constante. Partimos de nuestras intuiciones y deseos, que se guían por nuestras experiencias, nuestras respectivas culturas, el momento que vivimos, lo que vemos en las exposiciones, en nuestros viajes, etc. Luego nos desafiamos mutuamente en una búsqueda incesante de la originalidad. Es este constante ir y venir lo que nos permite lograr nuestras metas.

¿Cómo describirían el estilo Hauvette y Madani ?

Nos gusta juntar periodos y estilos distintos, aunque la base de nuestra labor es partir de una caja blanca y aportar el colorido proveniente de los materiales. En cada proyecto trabajamos intensamente con nuestros artesanos para intentar encontrar nuevos tipos de madera, un barniz original o una pátina novedosa. Nos encanta relacionarnos con lugares donde se percibe una historia latente. Nuestra aspiración es que cuando  la gente llegue a casa, los empleados lleguen a la oficina, o los huéspedes entren en un hotel, accedan a un lugar que no huela a nuevo. Cuando entregamos las llaves de un lugar, queremos que el cliente sienta enseguida que está en un espacio anclado en el tiempo, en una atmósfera con pátina.

Hablemos de este apartamento. ¿Aquí vive Samantha y además es vuestro showroom?

Samantha buscaba un piso al lado de nuestra oficina, también situada en Neuilly sur Seine. Cuando encontramos este gran dúplex, pensamos que sería una buena oportunidad para tener una zona más pública para acoger a nuestra clientela.


Allí recibimos a los periodistas y organizamos nuestras primeras reuniones para conocernos. También nos sirve para mostrar la calidad de los acabados que buscamos, los objetos que editamos o la apariencia de tal o cual material... Las reuniones más técnicas se celebran en nuestra agencia, donde se encuentra nuestra biblioteca de materiales y nuestro equipo.

¿El proyecto «la Casa Hauvette y Madani» es muy representativo de lo que os gusta hacer?

Sí, es un lugar hecho a base de instinto, en el que probamos todos nuestros trucos, ¡mientras disfrutamos, por supuesto! Combinamos todo lo que nos gustaba para conseguir algo que fuera práctico y que nos representara.


Cada proyecto es una ocasión para buscar nuevas tendencias y descubrir hermosas piezas antiguas; además, coronamos nuestros proyectos con una pieza icónica a modo de modesto homenaje. Aquí tenemos una mesa Charlotte Perriand, aunque en otro proyecto puede que nos haga falta por ejemplo una pieza de Marcel Breuer…


La gente también nos visita para ver nuestro sofá, nuestras lámparas… así que cuando diseñamos algo lo exhibimos aquí.

Centrémonos ahora en este sofá…

Es nuestro primer objeto editado. Por aquel entonces no encontrábamos ningún sofá que nos gustara. Queríamos que fuera acogedor, con un asiento bajo, pero al mismo tiempo imponente y macizo, que descansara sobre el pavimento como un objeto arquitectónico. Tiene una gran área de asiento que es como una "cama de día", y añadimos dos cojines e los lados que se pueden quitar, lo que añade aún más espacio para sentarse en los extremos, y en última instancia, permite varias posturas sentadas. Te puedes tumbar dentro y alrededor de él, ¡siguiendo un poco el espíritu de los años 70!

¿Y qué lugar ocupa USM en este conjunto?

Descubrimos USM en la Escuela Camondo, cuando iniciamos nuestros estudios universitarios. Allí había grandes librerías USM con ruedas que separaban el espacio de las estanterías. No fue necesariamente un flechazo, pero sí es cierto que éramos muy conscientes de su presencia. Más adelante averiguamos que había mil montajes posibles, con esa faceta personalizable que resulta magnífica. Al igual que en un trabajo de carpintería a medida, tenemos total libertad de disposición: donde haríamos un agujero en la madera, podemos poner un tapón e imaginar que instalamos una lámpara de sobremesa o un amplificador en lugares seleccionados.


En uno de nuestros proyectos residenciales, el cliente quería apostar por una atmósfera industrial. así que decidimos instalar dos enormes librerías USM en negro, con un sofá de lino, telas, una alfombra y mesas de centro en madera como contrapunto suave.


Para los arquitectos con gusto por el diseño preciso, lo bueno de USM es que encaja allí donde desees.

Cuando proponéis USM a un cliente, ¿cómo se percibe la sugerencia?

La clientela en general ha oído hablar de la empresa pero no siempre sabe qué es USM en concreto y desconocen la historia de este objeto arquitectónico, firmado por Fritz Haller. Para nosotros, los arquitectos, este relato aporta un toque muy agradable al objeto.


Además, en línea con la idea de combinar muebles y decoración, como nunca optamos por un look uniforme siempre tiene cabida un elemento de USM, ya sea por su color, tamaño o por el uso que le damos. Por ejemplo, si necesitas un mueble de almacenamiento pequeño en un lugar y a una altura precisos, al tener la certeza de poder llegar casi a todo con USM, sabemos que encajará a la perfección en el proyecto.

La noción de equilibrio está presente en todos nuestros proyectos, y USM contribuye a menudo a alcanzar ese propósito.

Los dos muebles USM aquí presentes tienen usos muy concretos, uno es para un dormitorio infantil y el otro es un mueble bar. ¿Cómo se llegó a esta decisión?

El mueble bar es un objeto que ya habíamos escogido para uno de nuestros clientes y al integrar la iluminación constatamos que funcionaba de maravilla. ¡Los reflejos del vidrio y los diferentes licores son fantásticos! El otro mueble USM se trasladó con Samantha. Transformamos lo que era un pequeño mueble en un cambiador.


USM va con todo y por ese motivo nos encanta. Nos encanta utilizar la marca como un toque que nos permite equilibrar el proyecto. La noción de equilibrio está presente en todos nuestros proyectos, y USM contribuye a menudo a alcanzar ese propósito.

Si desea comprar un mueble USM Haller, puede diseñarlo con nuestro configurador en línea o puede contactar con su distribuidor local aquí.

Fotografías: Alexandre Moulard